Nuestras vidas están cada vez más condicionadas por la Inteligencia Artificial (IA). Algoritmos presentes en todos los ámbitos de la sociedad que tienen diferentes efectos al estar condicionadas por el sesgo de quienes las desarrollan y el contexto en el que se circunscriben. Rompiendo con la máxima de que la IA es neutral, conviene analizar la forma en la que acaba por afectar a las comunidades racializadas.
